Dime lo que escuchas y te diré quien eres

sábado, 25 de agosto de 2007

and they are yellow

"It is so simple to be happy because of new shoes...
and they are yellow"
to my polish girls (26 de noviembre de 2006)

Es uno de esos días embaucadores en los que el otoño es otoño, llueve, la luz es gris, las gotas de lluvia cantan y repican sobre el alfeizar y tejados.

Soy feliz por tener ojos para ver tu sonrisa; oídos para escuchar la música que suena en estos momentos en la radio; manos libres para poder escribir estas palabras; pies ligeros para bailar y correr tras de ti cuando te estás alejando; brazos y pecho para poder sentirte cuando nos abrazamos.

Soy feliz por tener la capacidad de pensar, leer y aprender, aprender cada día más y más de mí, de ti, de la vida, del porqué de las cosas. Los días perfectos no surgen por sí solos, no son causales, los creas y modelas tú, minuto a minuto.

Me he prometido ser feliz y que, para ti y para mí, voy a construir cada día para convertirlo en el más feliz de todos. Tengo una sensación dentro de mi pecho -que se me antoja traducirla en amor, paz, calma- tan grande, tan infinita, que no puedo reternerla y se me desborda en mi mirada, mi sonrisa y mis besos.

Soy feliz por el simple hecho de sentirme viva.

viernes, 24 de agosto de 2007

Renunciamiento


Pasaras por mi vida sin saber que pasaste.
Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar,
fingiré una sonrisa como un dulce contraste
del dolor de quererte... y jamás lo sabrás.


Soñaré con el nácar virginal de tu frente,
soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar
soñaré con dus labios desesperadamente,
soñaré con tus besos... y jamás lo sabrás.

Quizás pases con otro que te diga al oído
esas frases que nadie ocmo yo te dirá;
y ahogando para siempre mi amor inadvertido
te amaré más que nunca... y jamás lo sabrás.

Yo te amaré en silencio... como algo inalcanzable
como un sueño que nunca lograré realizar;
y el lejano perfume de mi amor imposible
rozará tus cabellos... y jamás lo sabrás.

Y si un día una lágrima denuncia mi tormento
-el tormento infinito que te debo ocultar-
te diré sonriente: "No es nada... ha sido el viento"
Me enjugaré una lágrima... y jamás lo sabrás.

Jose Angel Buesa.

Ama tu Ritmo


Ama tu ritmo y ritma tus acciones
bajo su ley, así como tus versos,
eres un universo de universos
y tu alma una fuente de canciones.



La celeste unidad que presupones
hará brotar en tu mundos diversos,
y resonar tus números dispersos
pitagórica en tus constelaciones.

Escucha la retórica divina
del pájaro del aire y la nocturna
irradación geométrica adivina;

mata la indiferencia taciturna
y engarza perla y perla cristalina
en donde la verdad vuelca su urna.

Rubén Darío

Carta de despedida


"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco, soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz. Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen. Escucharía cuando los demás hablan y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate!

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

Dios mío si yo tuviera un corazón, escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que le ofrecería a la luna. Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida... No dejaría pasar un sólo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero. Convencería a cada mujer u hombre que son mis favoritos y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuan equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse! A un niño le daría alas, pero le dejaría que él solo aprendiese a volar. A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido. Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres...

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada. He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre. He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse. Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrán de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Carta de Despedida, se le atribuye a Gabriel García Márquez, pero en realidad el ha desmentido ser el autor. Quien lee a "Gabo" entiende que no es su estilo, aunque tiene similitudes. En cualquier caso es lindo releerlo de cuando en cuando.

martes, 14 de agosto de 2007

Sin cortejos

Mi deseo hoy es una despedida sin rituales, sin ceremonias, sin cortejos, sin frases manidas, sencillamente un corazón diciéndole "te quiero" a otro corazón.

Ojalá cuando sepas que he muerto puedas parar unos instantes tus quehaceres, cerrar los ojos y recordar algún momento compartido, algo que hicimos o dijimos, y entonces una sonrisa se dibuje en tus labios.
Ojalá cuando mis amigos y mi familia se reúnan ya sin mí, hablen desinhibidamente de mi vida y recordando anécdotas lloren entonces, pero de risa.
Ojalá cuando muera nadie sienta pena porque me fui, sino alegría porque estuve.
Y si alguien ha de enterarse de que me he ido, no recuerde cosas que dejamos pendientes sino lo que aprendimos, lo que terminamos y logramos.

Lo que deseo es que nadie diga nada, ni bueno ni malo, hacer del silencio un momento cómodo y callar cuando no hay nada que decir porque ya lo dejamos todo dicho.
Lo que deseo es que los que quiero sean felices porque aparecí en algún momento de su vida y me quedé.
Lo que deseo es que mi existencia sirva. Quiero enseñar algo bueno, crear algo bello y hacer saber a todos los que amo que les amo.
Lo que deseo es que nadie se despida de mí cuando ya sólo quede mi cuerpo, que no me regalen flores que no podré oler ni derramen lágrimas que no podré secar. Cuando me haya ido, mejor agasajen con flores al que está vivo.
Lo que deseo es no arrepentirme de nada de lo que dije ni de lo que hice, aprovechar cada instante de vida y no desperdiciar ni un ápice de aliento en inutilidades.
Lo que deseo es que quien me quiere se sienta orgulloso de cómo era y me lo diga antes de irme, y quien no me quiso fuera por malentendidos que pudimos aclarar antes de que se hiciera tarde.

Mi deseo hoy es una despedida sin rituales, sin ceremonias, sin cortejos, sin frases manidas, sencillamente un corazón diciéndole "te quiero" a otro corazón.

A Jaime

sábado, 11 de agosto de 2007

Sombras

"bésame, están tocando campanas"

Quédate, quédate cuando el Sol se resiste a desaparecer sin antes ver asomar su Luna.
Quédate cuando el calor dictador nos encierra entre jaulas de ladrillo hasta aburrirse, quédate cuando se ha marchado liberándonos con bochorno disfrazado de aires.
Quédate, extraño mi cuerpo envuelto en tu piel.
Quédate, es de noche.
Quédate, quiero embriagarme de tu olor, y el rastro que dejaste sobre la almohada sólo consigue traer melancolías.
Quédate, siéntate a mi lado y charlemos de lo rápido que pasan siete años.
Quédate, no te vayas.
Quédate, la muchedumbre se queda vacía sin tu nombre.
Quédate, quédate, quédate, mis ojos incansables buscan los tuyos en rostros ambulantes.
Quédate, eres el dueño de todas las canciones y hoy las músicas me evocan el son de tu risa.
Quédate, ya sólo quiero la soledad en tu compañía.
Quédate, mi sombra añora tu sombra al caminar, y descubrir calles extranjeras sin ti dejó de ser aventura.
Quédate, amanece.
Quédate, apacenta mis ritmos con tu cadencia.
Quédate, la Luna es ahora quien aguarda para intercambiar guiños efímeros con su Sol, hicieron la noche soñando con el fugaz encuentro.

Quédate, nada es para siempre, pero quédate conmigo hasta mañana.
A Carlos